Me hallo en Bucharest, conocida por algunos como el París del Este. Al principio de mi visita me extrañó, porque todo tiene un aire de decadencia, muestra la sombra de un ayer grandioso. Pero según pasan los minutos puedo apreciar una riqueza cultural enorme, las calles bullen de músicos, de mercados artesanales, de gente joven por las calles, exposiciones sobre ruinas de cementerios,... verdaderamente sobrecogedor. Vaya que en dos días que estoy en la ciudad he podido presenciar tres conciertos. Os dejo con una muestra de uno de ellos.
Y otra mini concierto más...
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